LOS MATERIALES Y LA EVOLUCIÓN HUMANA – PARTE TRES
Tal como hemos visto en artículos anteriores, durante miles de años de evolución, la especie humana fue aprendiendo la creación de herramientas usando silex para aprovechar la madera y el follaje de los bosques; a quebrar rocas - y en ese proceso – descubrir los metales y dar inicio a la minería, al reconocer las vetas de los diferentes metales.
En algún momento descubrió, que con la combinación de dos o más elementos – proceso que hoy llamamos aleación - se podía obtener un compuesto resultante, con propiedades diferentes de los constitutivos por separado. Y que a veces, sólo con una pequeña cantidad de uno de ellos, se lograban propiedades diferentes.
La aleación se usa para mejorar algunas propiedades de los metales puros, como su resistencia mecánica, su dureza o la resistencia a la corrosión. Hacia el 4000 a.C. se logró un tipo de cobre especialmente duro - que llamaron bronce - al calentar cobre en combinación con el estaño. El cobre en su estado natural es maleable y con poca dureza, pero al combinarlo con estaño adquiere la dureza necesaria para usarlo en la fabricación de herramientas.
Esta metalurgia primitiva fue posible porque aprendieron a dominar el fuego y lograron cada vez mayores temperaturas, de manera consistente y por largo tiempo. Con ese fin crearon la fragua, que es el lugar en donde se convierte en metal a un mineral (hierro, cobre, bronce, oro) utilizando el calor para ablandar el mineral y darle forma con un molde o martillo.
Recordemos que los individuos prehistóricos tuvieron contacto - desde los inicios de su evolución - con las rocas y los metales. Por eso, los períodos iniciales de la evolución humana se reconocen como edades, comenzando con la Edad de Piedra y luego con las Edades de los Metales (Edad de Cobre, Edad de Bronce y Edad de Hierro).
EL USO DE LA TIERRA Y LA ARQUITECTURA VERNÁCULA (TRADICIONAL)
En los inicios de la prehistoria humana, los grupos (de familias o tribus) eran nómadas que se dedicaban a la caza y recolección de alimentos. Permanecían en un lugar, siempre que los recursos de caza, pesca y frutas, pudieran satisfacer sus necesidades. Cuando los recursos eran insuficientes se desplazaban a nuevos lugares. No existía ningún apego a la tierra.
Dejar atrás las cavernas como espacio habitable y tener que enfrentarse al clima y los depredadores, los obliga a construir refugios con ramas, follaje, piedras y tierra. La tierra humedecida y apelmazada entre la madera y las piedras, cierra las rendijas y permite mantener caliente el interior de la vivienda. Las primeras construcciones de humanos primitivos eran de planta circular, construidas sobre una capa de piedras, los muros de piedra y barro, con forma de semiesferas.
Los aprendizajes se comparten y transmiten de unos a otros. Cada vez más, van comprendiendo el entorno y se adaptan, aprendiendo del ensayo y el error. La capacidad de transformar el entorno para mejorar sus condiciones de vida, crece de manera lenta pero constante.
LA SOCIEDAD HUMANA SE TRANSFORMA
La transición de cazadores – recolectores hacia una sociedad con comunidades estables, alrededor de territorios dedicados a la ganadería y cultivos, vuelve cada vez más compleja a la sociedad humana. Aparece el concepto de propiedad en tanto los individuos y las familias se apegan a su tierra, que les provee sustento. Recordemos que este proceso corresponde a la transición del paleolítico al neolítico (8000 a 9000 a.C), conocida como la primera revolución agrícola en que el ser humano deja de ser depredador y se convierte en productor.
Surgen los primeros asentamientos humanos en donde las viviendas de los pobladores eran sencillas, de un solo piso, usando los materiales más próximos. Construidas de forma fácil, sin complejidades técnicas, con materiales de la región y predominio de la tierra, la piedra, la madera y el follaje.
Viviendas adaptadas al clima, sus costumbres y sus mitos; en donde se recogen las experiencias de sus ancestros y lo que aprendían de vecinos o viajeros ocasionales. La construcción de esta tipología de vivienda en áreas rurales y en comunidades tribales, a veces incluía actividades colectivas en las que los vecinos participaban de algunas fases de la obra, festejando momentos significativos como el “cierre de tejado”.
Esta tipología de vivienda, se ajusta a lo que la academia hoy llama, arquitectura “vernácula” (tradicional o popular). Sigue vigente y vital en pleno siglo XXI en áreas rurales y zonas montañosas por todo el mundo; y también, en viviendas palafíticas sobre un territorio lacustre, en laderas de ríos, lagos y zonas costeras.
LA CONDICIÓN GREGARIA DEL SER HUMANO
La supervivencia y progreso de la especie humana ha sido posible gracias a la interacción entre personas y grupos, en lo que se conoce como la condición gregaria del ser humano. Condición que fortalece de manera natural, el apoyo y colaboración entre unos y otros, al compartir costumbres, saberes y experiencias. Hoy la ciencia sabe que hace 400 mil años, en el proceso evolutivo de nuestra especie, se desarrollaron dentro del cerebro del Homo Sapiens, dos estructuras conocidas como áreas de Broca y de Wernicke, que hicieron posible la producción y comprensión del lenguaje.
Esta evolución facilitó la interacción cotidiana y natural entre unos y otros, que con el tiempo, motiva a la creación de espacios para el intercambio de productos, servicios, festejos y celebraciones. En estos espacios, los vecinos se conocen, interactúan, y se van haciendo visibles las habilidades de algunos para determinadas tareas. Se comienzan a destacar los más habilidosos, capaces y más fuertes de la comunidad y como resultado, se van creando las capas sociales.
La especie humana se ve con frecuencia enfrentada a una naturaleza que poco comprende, en la que – a veces - las condiciones de vida sufren un cambio repentino del que nadie sabe cuál fue su causa. En el desconcierto, los individuos y las comunidades acuden a los rituales: Para solicitar o agradecer las lluvias, las buenas cosechas o la prosperidad general. O para pedir a los dioses, que termine la sequía y las dificultades que se viven en ese momento.
LOS MATERIALES Y LA EVOLUCIÓN HUMANA – PARTE DOS
La historia de la especie humana - que intento resumir aquí - está llena de nuevos eventos, que la arqueología descubre explorando por todo el planeta. En algún momento aparecen nuevas evidencias arqueológicas y tiempo después se logra organizar el grupo de investigación que irá al lugar, hará las excavaciones, la datación y el análisis de lo que descubren.
A veces nuevos descubrimientos ponen en tela de juicio los anteriores; crean una nueva línea de investigación que lleva a que, lo que conocemos como historia aceptada de la especie hasta ese momento, tenga un nuevo rumbo.
Hoy, hay discusiones intensas relacionadas con la migración humana desde el África hacia otros continentes.
Aparecen nuevos descubrimientos sobre la especie humana, en lugares y fechas, que antes no se creía pudieran estar ahí. Nuestro primer espécimen del homo sapiens puede que en cualquier momento deje de serlo, una vez aparezca otro más antiguo.
CREDITOS DE LA IMAGEN: Extraido del libro "Hinduism - a brief history"
La historia humana es una historia de lucha y adaptación al entorno – a veces muy agresivo y difícil – que se logró resolver con ingenio, enorme esfuerzo, coraje, trabajo en equipo con otros de su especie, y también algo de suerte.
Podemos imaginar de la cantidad de individuos primitivos y sus familias, que a pesar de los mejores esfuerzos fueron rebasados por enfermedades, epidemias, inviernos o veranos extremos, cataclismos violentos, que los llevaron al límite hasta su extinción. Mientras en diferentes lugares del planeta, otros lograron sobrevivir, aprendieron cosas nuevas y continuaron evolucionando.
En este escenario de millones de años, sólo sobrevivieron los mejores; los más capaces y fuertes de la especie; los que mejor se organizaron para - de forma colectiva y solidaria - superar las dificultades. Superaron las adversidades sólo los que aprendieron más y mejores habilidades; tuvieron mejores estrategias; mejores herramientas y armas, para conseguir alimento y defenderse. Los que aprendieron modos más saludables de vivir.
Esta historia debería inspirar a todos y por supuesto al arquitecto, que es quien transforma y mejora el hábitat, para la sociedad moderna actual. Es una invitación a aprender sobre quienes hemos sido, quienes somos y de qué formas nos transformamos como individuos y sociedad.
Saber de donde venimos - y todo lo que hemos hecho como especie- nos permite imaginar hacia dónde ir.
La historia de la especie humana está lejos de terminar. No concluye con nuestra generación. Todos somos parte de esa historia y estamos – en este momento - escribiendo los capítulos y pasajes del Libro de la Vida de la Especie Humana, en los inicios del siglo XXI.
Somos actores, no somos espectadores.
LOS MATERIALES Y LA EVOLUCIÓN HUMANA – PARTE UNO
La historia sobre como la especie humana se ha adaptado al medio y lo ha ido transformando para mejorar sus condiciones de vida, es fascinante.
Para resolver sus necesidades - en un aprendizaje continuo - usó elementos a su alrededor, construyó herramientas, creó técnicas y tecnologías que facilitaron el aprovechamiento de los recursos que tenía a su alcance. Un proceso lento de millones de años - que continúa hoy - con nuevos horizontes, conocimientos sustentados en la ciencia y novedosas tecnologías. Es la historia que comienzo a relatar en este artículo y en otros que lo seguirán.
DEL H. HÁBILIS AL H. ERECTUS:
Durante la Edad de Piedra (período entre 2.5 millones de años y 3.500 a.C) los primeros espacios de habitación y resguardo, fueron las oquedades 1 en montañas y valles. Eran espacios que servían para vivir, protegerse de las inclemencias del medio ambiente y del ataque de enemigos y otras especies animales.
(1) Def. Caverna, cueva. Espacio que en un cuerpo sólido queda vacío, natural o artificialmente
Los seres humanos en ese período de la historia - Homo habilis - vivían en pequeños grupos con una primitiva organización social en la que para sobrevivir debían trabajar en común, para luego compartir los bienes y alimentos entre ellos.
Eran cazadores recolectores. Durante este período evolutivo la principal característica del ser humano, fue el aprendizaje para adaptarse al medio y la elaboración de útiles de caza con herramientas de piedra.
LA MATERIALIDAD DEL PROYECTO
Para hablar de materiales, equipos y procesos constructivos debo referirme a un momento del proceso de diseño arquitectónico, en el que debo decidir sobre cuál queremos que sea la materialidad del proyecto.
Y esta decisión tiene TODO que ver con la estética final del proyecto; con la paleta de colores y texturas que tendrá; con el cómo se verá desde el exterior y también en el interior, en cada uno de sus espacios.
¿Cuándo se debe decidir esto? En algún momento del proceso, antes de concluir la etapa de anteproyecto. Porque la fase de proyecto - en la cual se realizan los cálculos estructurales y los proyectos de ingeniería eléctrica, hidráulica y sanitaria, domótica – Internet y sistemas de seguridad, etc. requieren para su ejecución, que esa decisión haya sido tomada, y que sea – además – definitiva.
Por tanto, debe ser una decisión juiciosa y racional.
En otras palabras, la materialidad es una decisión que se debe tomar en el lapso de tiempo que hay, entre la definición de los parámetros del proyecto –> la idea de proyecto –> y los primeros momentos del anteproyecto propiamente dicho.