SÍMBOLO Y PROYECTO – PARTE DOS
En este artículo veremos un proyecto inspirado en el yin y el yang, que son los principios que soportan una filosofía china de origen en comunidades agrarias muy antiguas.
El yin y el yang han inspirado a religiones como el Taoísmo y a vertientes filosóficas como el confusionismo que los aplica en un sentido moral y por supuesto también, a otros aspectos de la vida cotidiana como el arte, el Feng Shui, la medicina, la astrología y en un contexto más amplio, en la forma de gobernar.
EL YIN y EL YANG
El yin representa lo femenino, la tierra, el norte, la oscuridad, la izquierda, lo frio, lo húmedo, la pasividad, la absorción. Está en los números pares, los arroyos y los valles. Sus símbolos son el tigre, el color naranja y la linea discontinua.
El yang representa lo masculino, el cielo, el sur, la luz, la derecha, lo caliente, lo seco, la actividad, la penetración. Está en los número impares y en las montañas. Sus símbolos son el dragón, el color azul y la linea continua.
Es importante que estos conceptos no se consideren como dualidad de extremos opuestos e irreconciliables, sino como la forma en que fluye todo en la naturaleza, de manera dinámica y continua.
SIMBOLO Y PROYECTO - PARTE UNO
En el inicio del diseño de un proyecto arquitectónico, aparece un instante de reflexiones en el que el diseñador se adhiere conscientemente a una IDEA GENERAL.
Una idea que contiene las intenciones sobre cómo se debe ver el proyecto en el contexto del lugar y territorio que lo recibe; qué sentimientos debe transmitir a las personas que lo van a recorrer y vivir; y a veces, el símbolo o significado que inspirará su forma, sus trazos, sus volúmenes, sus colores, su presencia en el lugar.
Reflexiones sobre cómo debe verse: ¿Debe resaltar en el entorno y territorio o por el contrario, debe mimetizarse y sutilmente aparecer como parte de ese entorno? ¿Cómo nuestro proyecto, debe dar valor adicional al entorno? Debe contribuir a la recuperación urbana de un entorno que históricamente ha sido deprimido y triste? Podría ser un ejemplo, y por consiguiente ¿Cómo debo lograrlo?
Sobre los sentimientos: Para las actividades al interior del proyecto, debe propiciar el recogimiento? O por el contrario las interacciones sociales? La vitalidad y la alegría? La valoración de un paisaje a diferentes horas del día?
Estas preguntas – y muchas otras más - con diferentes enfoques y reflexiones implican y obligan al arquitecto diseñador, a asumir una postura frente al proyecto. Postura que le dará pautas y también restricciones con el fin de lograr lo que se quiere.
Vamos a ver tres (3) proyectos en que pretendo mostrar lo valioso de estas reflexiones y lo útil que puede resultar el uso de símbolos en la idea de proyecto.
Estos proyectos son: (1) La Biblioteca de la Tierra, Japón; (2) La capilla Ronchamp, Francia y (3) el Hotel eco-turístico Cosmogénesis. Meta, Colombia.
EL USO DEL SÍMBOLO EN ARQUITECTURA
Espero que la descripción que se hará de estos tres (3) proyectos, ayude a comprender sobre la utilización de un símbolo como inspirador, tanto de los aspectos formales, como también de algunos aspectos funcionales del proyecto. La recolección de datos e investigación del material para este artículo, fue una tarea muy gratificante; encontrar tres (3) proyectos tan diferentes y cada uno de ellos inspirado en símbolos muy definidos a los que se dan respuestas con arte y además, humildad por el oficio.
Viajaremos por tres lugares muy distantes entre si, Japón, Francia y Colombia, para observar y comentar los proyectos y sus símbolos. Iniciaremos en Japón con un proyecto muy interesante. Me gusta la cultura japonesa, que se destaca por su comportamiento social y comunitario, su urbanidad y respeto por la otra persona y el orden y limpieza en los espacios que usa y habita. Sus logros como nación no necesitan ser ni siquiera comentados, porque se podría decir, todo el mundo los conoce.
Resurgir desde las cenizas después de la Segunda Guerra Mundial y llegar a ser – tal como Japón es hoy - una potencia económica de la mayor importancia. Sus prácticas empresariales; su disciplina y su vocación por el trabajo – como una constante en casi todo el oriente lejano – que los convierte en un modelo a seguir, y explica la enorme prosperidad que tienen.
LAS FASES DE UN PROYECTO
Llevar a la realidad un proyecto arquitectónico tiene tres fases: (1) Fase de diseño; (2) Fase de construcción y (3) Fase de mantenimiento.
Fase de DISEÑO:
Asumo que mis lectores conocen la metodología y procesos para resolver con éxito la fase de diseño de un proyecto arquitectónico. Es lo esperado de un arquitecto en formación, y su paso por los diferentes niveles del Taller en las Facultades de Arquitectura. Sin embargo, en el presente artículo haré una breve descripción de esta fase, y en artículos futuros entraré en los detalles con mayor profundidad.
En la fase de diseño se debe:
- Reconocer el problema a resolver y la caracterización del usuario a quien va dirigido el proyecto;
- Resolver su ubicación en el lugar, la apariencia, la posición y estética de sus volumetrías;
- Resolver lo espacial y funcional para que las actividades en su interior se realicen de manera correcta y eficiente;
- Crear las condiciones ambientales y culturales que darán confort y motivarán al usuario a identificarse con los espacios, sentirse a gusto y apropiarse de ellos;
- Diseñar el sistema constructivo y estructural que garanticen su solidez, seguridad y permanencia en el tiempo;
- Diseñar las redes y sistemas del edificio que hacen posible su habitabilidad y uso (energía, acueducto, domótica, etc.);
- Cumplir con las normas y leyes obligatorias para que el proyecto pueda ser construido, se convierta en una realidad y funcione tal como se tiene previsto.
Otros aspectos - como el financiero y comercial - se resuelven en otra instancia, que es la Gerencia de Proyecto, sobre la que escribiré en otro momento. En la imagen siguiente un diagrama de flujo que describe esta fase de diseño.
EL PROYECTO ARQUITECTÓNICO – PARTE UNO
Para escribir sobre CONSTRUCCIÓN y OBRAS, debo primero expresar mi posición sobre lo que entiendo por arquitectura y las implicaciones de mi profesión, en tanto oficio. Mi posición, mis definiciones sobre la profesión puede que no gusten a algunos y ser objeto de discusiones, que podremos hacer más adelante en los Foros dentro de este sitio web. De momento esto es lo que soy y esto es lo que hay, y puedo aportar.
SOBRE - ARQUITECTURA Y HÁBITAT
Mi definición de arquitectura:
Arquitectura es el arte y oficio de transformar el hábitat, diseñando lo construible.
Comencemos por las definiciones: La palabra hábitat deriva del latín. Se origina a partir de habito, habitas, habitare, habitavi, habitatum cuyo significado es: poseer de largo plazo, tener de manera reiterada y permanente, permanecer.
Para hacer esa transformación y convertirla en realidad, el arquitecto tiene a su servicio formas de proyectar y de hacer; ciencia, tecnologías y técnicas que aprende a usar, para aplicarlas en un proyecto, desde la fase de diseño hasta la fase de construcción y entrega al usuario final o cliente.
Las formas de proyectar, la teoría sobre las formas de hacer, y las primeras aproximaciones a las ciencias, tecnologías y técnicas que les son necesarias, se aprenden en la universidad. Para enseñar esto, la academia subdivide en franjas de conocimientos tanto el diseño (Taller) como los aspectos científicos, técnicos y tecnológicos para la materialización del proyecto.
Después. y sólo en la práctica profesional se aprende - realmente - sobre las formas de hacer y la utilidad de las ciencias, las tecnologías y técnicas que complementan a nuestro quehacer como arquitectos.
Los arquitectos actuamos siempre sobre hábitats preexistentes y en tal razón, transformamos.
Un lote de terreno sin construir no debe verse como un espacio vacío. Tiene vecindades, linderos, topografía, clima, valores ambientales, valores urbanos o rurales, valores próximos y otros lejanos e incluso puede tener un valor simbólico para las comunidades a su alrededor. Por consiguiente, es un lugar lleno de contenidos y valores que debemos descubrir y analizar, antes de intervenir sobre el.
Un buen comienzo por parte del arquitecto, es tener una actitud respetuosa, de mente abierta y dispuesta a explorar para hacer una correcta valoración del lugar, como fase previa al diseño.
En nuestra profesión damos enorme valor a la “arquitectura de lugar”.
Esa arquitectura que aporta valor al sitio que la recibe y que explica que el proyecto exista - si y sólo si - para ese lugar y no otro.