CÓMO DECIDIR SOBRE LA MATERIALIDAD DEL PROYECTO
CREDITOS DE LA IMAGEN: Pexels - Material de roca
Definir la materialidad, es decidir con qué materiales se hará el proyecto.
Es decidir sobre qué apariencia exterior e interior, queremos que tenga; cuál será su sistema estructural y qué papel tendrá en la estética del edificio; con qué tipo de elementos se delimitarán los espacios interiores; con qué materiales se resolverán los vanos o aberturas para relacionar los espacios interiores con el exterior, y también, con los otros espacios interiores; qué tipo de atmósferas queremos crear en esos espacios; qué tipo de sensaciones queremos que produzcan esos ambientes, en quienes los habitan y recorren.
Esto puede ser un poco complejo y extenso de resolver, pero hay que tener un punto de partida. En los inicios del proceso de diseño, unos lineamientos generales sobre su materialidad pueden ser suficientes. La materialidad de un proyecto cubre todos los rincones del mismo. Es imposible darles solución total, desde el inicio de la fase de diseño.
Así que, se deberán ir resolviendo de manera paulatina y precisa, en la medida en que el proyecto va madurando y se van definiendo, con mayor aproximación y detalle, los espacios del proyecto con todos sus contenidos.
Trabajar con creatividad sobre la IDEA DEL PROYECTO y cubrir con esmero el análisis del LUGAR, nos pueden orientar sobre hacia donde debemos dirigirnos.
- Recordemos que decidir la materialidad, tiene que ver con la estética final del proyecto. Tiene que ver con la paleta de colores y texturas, que tendrá tanto en las fachadas como en los espacios interiores.
- Tiene que ver con la disponibilidad y cercanía para la consecución del material a fin de disminuir los costos y los tiempos, para su transporte y manipulación;
- Tiene que ver con las técnicas y tecnologías que se deberán usar, poner y/o aplicar para esos materiales.
- Tendrá que ver con los equipos adecuados y el personal de obra idóneo para su colocación o aplicación en el momento de la construcción;
- Y por supuesto, tendrá que ver con el presupuesto y costo final de la obra.
En este proceso de definición de la materialidad, tendré que decidir sobre cuáles materiales tendrá el proyecto en todas y cada una de sus partes; decidir en cada caso, si los uso como materiales crudos o como materiales recubiertos; si los recubro, definir con qué material o producto los voy a recubrir. Deberé decidir en qué forma los voy a usar y colocar para su uso, sobre cada superficie horizontal y vertical del proyecto. A modo de ejemplos, decidir el tipo de aparejo de un muro en ladrillo visto; diseñar la trama o tramado de los pisos, etc.
Esto no se aprende en el aula de clase dentro de tu universidad, sólo se aprende observando la ciudad. En particular, aquellos proyectos ejecutados por buenos arquitectos y constructores. Debes aprender a leer la ciudad. Hay allí un extenso catálogo de lo que se debe y NO se debe hacer. Poco a poco irás aprendiendo cual es cuál.
Y por supuesto, yendo a donde están los materiales. Así que te recomiendo ir a los almacenes de materiales y a las ferreterías, a observarlos y tocarlos; a preguntar sus especificaciones, sus medidas y para qué tipo de uso y condiciones están diseñados; a informarte sobre los equipos y las herramientas que se usan para colocarlos o aplicarlos de manera técnica y correcta. A consultar y explorar de manera frecuente en la Internet, los sitios web de los fabricantes para consultar los manuales de producto y las instrucciones de instalación o aplicación de sus productos.
Visita siempre que puedas las obras que se están construyendo, y mira los procesos y actividades constructivas en ejecución. Observa los equipos y cómo actúa el personal de obra; observa las normas de seguridad. Pregunta siempre que puedas a los arquitectos o ingenieros que dirigen las obras. Todo esto es aprendizaje y es valioso para mejorar tu desempeño como arquitecto.
Haz parte de las redes sociales de CAMACOL y la Sociedad Colombiana de Arquitectos – SCA; y también de los fabricantes de materiales para que te enteres sobre eventos y talleres que ellos realizan, en donde se aprende de los expertos, sobre los materiales y las buenas prácticas constructivas.
Acostúmbrate a visitar las salas de ventas de los proyectos que ofrecen las constructoras, para conocer sobre sus ofertas de diseño; sobre los materiales que ellos utilizan en los espacios y superficies; y para mantener actualizado también, sobre los precios de mercado de lo que ellos venden.
Mantener informado sobre todo esto, es parte fundamental de tu profesión. Te convierte en un mejor profesional. Estas actividades deberían convertirse en frecuentes en tu vida personal y profesional desde el momento que recibes tu título profesional y más adelante.
Debes esmerarte por permanecer informado y al día, porque las costumbres cambian, las tendencias de moda también, así que lo que hoy gusta a los clientes, puede que en uno o dos años esté fuera de sus intereses. Acostumbra ver revistas de decoración y arquitectura para estar al tanto de las tendencias. Tus clientes con seguridad pedirán tu consejo y asesoría para decorar los proyectos que te encargan.
En resumen, te sugiero no aprender arquitectura sólo dentro de la universidad y el aula de clases. Debes salir afuera, al mundo real, a conversar con todos los que hacen parte de la extensa cadena de valor de nuestra actividad (los ferreteros, el comercio de materiales, los fabricantes de materiales y de equipos, los agentes de venta inmobiliarios, los residentes a cargo de la obra, los maestros y el personal de obra).
Nuestra actividad profesional es de una riqueza - en actividades y actores - que a mi modo de ver, es maravillosa por lo amplia y variada que es.
Recoge además, lo que aprendiste sobre composición y teoría del color durante tu paso por la universidad y piensa en qué forma usarás, combinarás y aprovecharás los colores y texturas de los materiales. Estoy seguro de que trabajar a esta escala de aproximación al material - desde la fase de anteproyecto – aumentará tus conocimientos y enriquecerá el resultado final de tu diseño.
Sobre este tema te recomiendo una lectura obligada: el libro “La piel del edificio” del arquitecto y acuarelista Álvaro Losada Lozano. En este libro el autor describe con una visión muy amplia y detallada, sobre el uso del color y las texturas en el edificio para crear, lo que él llama, atmósferas. Un libro lleno de inspiración y mensajes claves, para que seas un mejor arquitecto.
Así que, te equivocas si crees que la decisión sobre la materialidad de tu proyecto es un asunto menor que puedes dejar para después; para cuando hayas terminado tu diseño, o incluso peor, para que sea resuelto en obra por quien lo construye.