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Tormentas

UN MUNDO TORMENTOSO Y DESHUMANIZADO


Este diciembre de 2024 fue como un “descanso de ocio reflexivo” para detenerme y evaluar lo sucedido en estos cuatro (4) años.

Quien iba a imaginar que en Marzo del 2020, el mundo quedaría detenido por completo.

Las difusas noticias sobre un virus desconocido hasta ese momento por la ciencia (fue lo que se dijo entonces), que afectaba de forma grave el sistema respiratorio y con alta mortalidad, obligaba a todos los países y habitantes del planeta a aislarse, a usar tapabocas, a asumir formas de aseo obligatorias, a romper las cadenas de suministro en la economía planetaria, y a confinar a ciudades enteras para que la humanidad pudiera sobrevivir.

La economía mundial entró en cuidados intensivos.

Los países se endeudaron para asumir y mitigar las consecuencias en la medida de sus posibilidades. Se cerraron empresas en todo el mundo; el desempleo afectó a millones de familias, y todas las actividades fueron impactadas de manera violenta. Se dijo que nada volvería a ser como antes. Se dijo que la Humanidad aprendería de esta dura experiencia de vida. 

Hoy debo decir, que en realidad no aprendimos mayor cosa.

Hoy, tenemos un mundo que no es ni mejor ni peor al que teníamos antes.

Y después sucedieron cosas impensables que en vez de mejorar,

lo que hicieron fue empeorar un mundo ya descuadernado y en crisis.

¿Qué hay en el fondo de todo esto? ¿Tendremos esperanza?

 Hace pocos días terminó el 2024. Se cierra con él un período (2020 – 2024) lleno de efectos post-pandemia, conflictos, guerras y noticias, que deberían avergonzarnos como especie.

COVID 19

A dos años de haber superado la crisis sanitaria mundial por el COVID 19 que dejó a muchas economías en cuidados intensivos, queda claro que la irresponsabilidad criminal y el comportamiento no ético de varios actores de la industria farmacéutica para obtener ganancias deshonestas, estuvieron - y están aún - a la orden del día.

Hoy se califica – con un creciente número de evidencias que lo confirman - el origen del virus COVID 19 como un virus artificial y asesino creado en China en el 2019, en un intento de Genocidio Mundial.

Hoy se cuestiona la efectividad de las vacunas - y el derrumbe de la rigurosidad académica y científica para usarla en humanos - en la medida de que hay cada día más evidencias de que tienen efectos residuales que crean enfermedades graves en segmentos de población que nunca antes las habían sufrido (personas jóvenes, deportistas, niños); hoy se cuestiona, que haber vacunado a niños fue criminal y totalmente innecesario.

Hoy se cuestiona haber obligado a las personas a usar las vacunas sin garantizar su efectividad; hoy se cuestiona la efectividad del uso de mascarillas y el confinamiento social, que derrumbó las economías de familias, negocios y países enteros. Cada día parece ser más evidente que esta pandemia fue provocada y tuvo unos fines perversos y oscuros que algún día saldrán a la luz, y sobre quienes – criminalmente - la tramaron.

Muy grave saber que todo esto - se hizo a conciencia y respaldo - tanto de las Naciones Unidas (ONU) cómo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos entidades multilaterales que se supone existen para la defensa de la especie humana.

GUERRAS y CONFLICTOS

La guerra de Rusia para invadir a Ucrania (Febrero 2022), justificada en hechos históricos que no resisten el más mínimo análisis, amenaza regresarnos a la prehistoria, en razón al riesgo de que el conflicto escale hasta el punto de usar armamento nuclear.

Otros conflictos cercanos en el Medio Oriente, que involucran a Israel, Líbano, Irán, Irak y la franja de Gaza, con complejidades históricas, étnicas y religiosas, que en Occidente poco entendemos, dejan a su paso una crisis humanitaria de proporciones enormes.

Dicen que la primera víctima de cualquier guerra, es la Verdad

LA COMUNICACIÓN y NOTICIAS

Gracias a las nuevas tecnologías del mundo moderno y a la expansión e influencia de las redes sociales, la información se mueve con enorme velocidad e inmediatez en todas las direcciones, y hace difícil decantar la Verdad entre tanto ruido y pirotecnia.

La reciente campaña política para la presidencia de Estados Unidos de América, mostró agendas ocultas que eran desconocidas para el mundo exterior, e incluso también, para muchos ciudadanos americanos. Agendas ocultas detrás de aparentes movimientos políticos autodenominados “progresistas” - como la agenda WOKE - que en realidad destruyen los valores y principios, que son columna vertebral de la sociedad humana.

Agendas que destruyen la vida antes de nacer, que degradan al ser humano desde la niñez con mensajes ambiguos de “auto-percepción” para cambiar de sexo desde la primera infancia; que destruyen la familia tradicional tal como la conocemos; que destruyen normas básicas de convivencia con la falsa apariencia de “soy inclusivo” mientras en realidad, promueven la intolerancia. Agendas que en el fondo crean un escenario propicio para el maltrato, el abuso infantil y la pedofilia.

Al parecer, la verdad y mantener correctamente informado al público han dejado de ser el objetivo central del periodismo en algunos medios de comunicación. Hoy, los intereses empresariales y lo que bendice el comité editorial de cada medio de comunicación, prima sobre el bien público aunque sea contrario a la verdad y conveniencia del ciudadano común y su país.

Por esto y mucho más, en el período de 2020 a 2024 se desnudó el enorme poder de distorsión de la verdad que tienen los medios tradicionales de comunicación, las empresas encuestadoras de opinión y las redes sociales.

LA DEMOCRACIA EN CRISIS

Muchas cosas parecen colapsar - entre ellas - la democracia como modelo de sociedad y forma de gobierno, que se considera por muchos como ideal, o “lo mejor a pesar de sus imperfecciones”.

Se está demostrando que la democracia es un modelo de sociedad y de gobierno, que exige un alto nivel de educación en un gran porcentaje de la población, que pocos países por fuera de las naciones desarrolladas, alcanzan a tener.

Países con pobres niveles de educación NO pueden conservar una democracia sólida y permanente que brinde el bienestar social, la prosperidad y la seguridad que merecen sus habitantes. Son países que caen fácilmente en las fantasías y delirios de políticos populistas.

Una población poco educada se deslumbra fácilmente con el discurso mentiroso que usan los políticos que se autodenominan “progresistas”, pero que en realidad esconden sus ansias de poder y de dinero. Y una vez lo logran, destruyen la economía y prosperidad construidas a través de años de esfuerzo, inversión pública y trabajo.

LA POLÍTICA EN CRISIS:

Logo ONU 1La política, el debate serio, las ideas y propuestas para una mejor sociedad, ya no son protagonistas. Ahora el protagonista es el personaje, el político – de todas las vertientes - sus escándalos y veleidades; su ego sin medida.

Los partidos políticos se desgranan y atomizan. En nuestro país – Colombia - el tema es dramático, porque han desaparecido. Todo se reduce a micro empresas electorales en donde el político no representa a nadie sino se representa a sí mismo, y usa su representatividad como medio de cambio con el gobierno de turno.

 Es un escenario de total degradación de la política

Los políticos no son solución de nada; son parte del problema

En el fondo de todo esto, hay una crisis de valores éticos que se extiende a través y dentro de todas las capas de la sociedad.

Cada vez es más difícil saber qué es verdad o mentira,

o una tergiversación de la verdad.

En el fondo también, una des-humanización generalizada de lo que no se debería des-humanizar, porque pierde por completo el sentido y la lógica de su existencia. Tal como, en la escala planetaria es la representatividad de los países y sus habitantes; o en la escala de cada país, es la administración de lo público para el bienestar general.

Sin la humanización en sus objetivos y ejecución, las entidades multilaterales - como la ONU y la OMS - pierden su razón de ser y de existir.

De idéntica manera, sucede con el manejo de los países - por los gobiernos - en todos los niveles de la administración del Estado.

Y la humanización debe ser honrada, en el ejercicio profesional y en todos los demás oficios que requiere la humanidad, por más sencillos y elementales que ellos sean.

Sin esto es imposible construir convivencia, paz y prosperidad.